martes, 22 de septiembre de 2020

 Sesión 5

Tutorías V

Bloque 1 

Constructo y plan de vida


 

Para la psicología, un constructo es una categoría descriptiva bipolar que permite a cada individuo organizar las experiencias y los datos de la realidad.

Un plan de vida supone la enumeración de los objetivos que una persona quiere lograr a lo largo de su vida y una guía que propone cómo alcanzarlos. Este plan puede incluir metas personales, profesionales, económicas y espirituales.

El plan de vida incluye objetivos a largo plazo: el sujeto puede pensar dónde le gustaría estar dentro de cinco o diez años, y a partir de esa idea, comenzar a desarrollar el plan. En este sentido, el plan de vida también es un plan de acción, con pasos a seguir y plazos, una estructura que permite encausar las acciones hacia las metas que una persona desea cumplir en sus años de existencia.

Al igual que cualquier plan, éste tiene que ser analizado de manera periódica, de modo tal que la persona pueda advertir si se acerca al cumplimiento de sus objetivos o no. En caso de que las acciones realizadas no rindan sus frutos, el individuo está en condiciones de rectificarlas o de proponer nuevos caminos.

Otro punto muy importante de la vida es la profesión, que puede estar íntimamente ligada a la vocación, o bien a la ausencia de la misma. Algunos más tarde que otros, pero probablemente todos nos preguntemos en cierto momento de nuestra existencia «qué queremos hacer con ella», «a qué queremos dedicarnos». Esto abre una serie muy amplia de caminos posibles, con dos tendencias seguramente muy marcadas: por un lado la búsqueda de la felicidad y del desarrollo personal, y por el otro, las ambiciones económicas.

Pasos para realizar un plan de vida

1. Analiza tus expectativas de vida

En el primer paso, hay que pararse a pensar en cuál creemos que puede ser un margen de cambio realista acerca de nuestras condiciones de vida. Si nos obsesionamos en objetivos que solo podremos alcanzar siendo multimillonarios, por ejemplo, eso solo nos hará caer una y otra vez en la frustración, o bien postergar tanto la persecución de nuestras metas que poco a poco nos vayamos olvidando del plan de vida.

2. Determina tus valores

Ningún plan de vida prosperará si va en contra de nuestros valores. Por eso, hay que tener claro cuáles son aquellos a los que les concedemos una mayor importancia. Para ello, lo mejor es hacer una lista en la que consten los principales valores que consideres relevantes, y luego ordénalos según su importancia.

3. Determina tus necesidades

Piensa en aquello que más te llena, pero no seleccionando simplemente tus deseos del momento, sino aquellos objetivos generales que crees que pueden abarcar tus grandes proyectos vitales. Haz lo mismo que en el paso anterior: realiza un listado de necesidades y ordénalas priorizando las que sean más relevantes para ti. Quédate con un máximo de tres de ellas, dado que si tratas de aspirar a varias, posiblemente no puedas involucrarte demasiado en todas ellas.

4. Transforma tus necesidades y valores en cadenas de acción

A partir de tus objetivos y valores, desarrolla una serie de cadenas de acciones que te lleven de la situación presente a tus metas. Es decir, ve de lo abstracto de tus objetivos y valores a lo concreto, las estrategias y métodos que te pueden llevar a donde quieres estar a varios años vista.

5. Reflexiona sobre el rol que jugarán otras personas en tu vida

Sería un error realizar un plan de vida sin tener en cuenta al resto de las personas que nos rodean y que nos rodearán en un futuro. ¿Quieres alejarte de ciertas influencias negativas? ¿Te gustaría pasar más tiempo con aquellos a quienes quieres y aprecias? ¿Cómo combinarás eso con tus objetivos?

6. Aplica tu plan de vida y monitorízalo

No es suficiente con llevar a cabo las acciones necesarias para ir desarrollando el plan de vida. También hay que seguir controlando que esos objetivos a los que aspiramos tengan un sentido para nosotros. El simple paso del tiempo y nuestro propio proceso de maduración y aprendizaje hace que estas necesidades puedan cambiar de manera espontánea, y por eso necesitamos estar alerta para no continuar ciegamente con esos planes.

Factores que influyen en la toma de decisiones

  


La toma de decisiones siempre es un proceso difícil, sobre todo, a la hora de definir un proyecto académico o laboral. Plantear los objetivos que se desean alcanzar, elaborar un plan y llevar a cabo las acciones para después evaluar los resultados es un proceso que cualquiera puede realizar y que le facilitará el proceso de toma de decisiones.

En el proceso de toma de decisiones intervienen los conocidos como Factores Internos y Factores Externos.

Factores internos

En este caso se refieren a los intereses, las aptitudes y las actitudes, las habilidades, las motivaciones, la personalidad que posee la persona.

Las capacidades potenciales de una persona a la hora de realizar algunas actividades que se adquieren con la práctica.

Las preferencias a la hora de elegir la carrera profesional, una actividad, un hobby, etc.

Las capacidades en las que una persona mejor se desempeña sin tener en cuenta de si se trata de una capacidad innata o adquirida.

Cómo somos, qué nos define, en definitiva, la identidad de una persona.

Factores externos

Entre los factores externos destacan la familia, los medios de comunicación o el entorno cultural, social y económico.

Suele tener una mayor influencia en la toma de decisiones profesionales y académicas, ya que en el seno familiar es donde se adquieren los primeros valores y las personas perciben el entorno de una manera u otra teniendo en cuenta este factor.

Entorno cultural, social y económico. El entorno educativo, donde hayas adquirido tu formación también será un factor determinante a la hora de tomar decisiones, ya que el modelo de estudios por el que se opte puede determinar la profesión o la carrera que se elija. Las relaciones que se mantienen con amigos y conocidos también, en cierto modo, influyen en esta toma de decisiones. El contexto económico también influirá en la toma de decisiones porque puede determinar tu elección teniendo en cuenta el poder adquisitivo de cada individuo.

Medios de comunicación. A través de los medios se difunde información que también puede influir en la toma de decisiones y determinar.


Meta

¿Qué es una meta?

 

Una meta o fin es el resultado esperado o imaginado, una acción o una trayectoria, es decir, aquello que esperamos obtener o alcanzar mediante un procedimiento específico.

Existen muchas formas de concebir las metas, y en la cultura occidental la realización individual, la felicidad, y el cumplimiento de las metas que nos hayamos propuesto están estrechamente relacionadas.

Las metas han de tener las siguientes características:

-          Debe ser alcanzable. Una meta irreal o inalcanzable deja de serlo, y pasa a ser más bien un sueño, una fantasía o una imaginación.

-          Debe ser observable. Las metas deben formar parte de un sistema actual, es decir, deben poder medirse contra un punto inicial de la materia. De otro modo no se podría saber cuándo está cumplida.

-          Debe darse en un tiempo finito. Las metas deben poder cumplirse en un margen de tiempo determinado, no pueden ser eternas.

Existen diversos tipos de meta, atendiendo al tiempo que requerirá realizarlas:

-          A corto plazo. Aquellas que requieren de un breve período de tiempo para realizarse (días, semanas o meses)

-          A mediano plazo. Aquellas que requieren de un esfuerzo sostenido en el tiempo para cumplirse (meses o años)

-          A largo plazo. Aquellas que necesitan de un gran lapso de tiempo para concretarse. (años o décadas

Valores

 


Los valores son aquellos principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un grupo social.

Los valores son aquellas cualidades que se destacan en cada individuo y que, a su vez, le impulsan a actuar de una u otra manera porque forman parte de sus creencias, determinan sus conductas y expresan sus intereses y sentimientos.

En este sentido, los valores definen los pensamientos de las personas y la manera en cómo desean vivir y compartir sus experiencias con quienes les rodean.

Entre los valores más importantes, destacan los valores humanos porque tienen mayor reconocimiento y repercusión en los distintos grupos sociales. Estos valores se relacionan con la ética, el respeto, la tolerancia, la bondad, la paz, la solidaridad, la amistad, la honestidad, el amor, la justicia, la libertad, la honradez, entre otros.

Valores éticos y valores morales

Los términos ética y moral tratan, entre otros temas, el concepto de los valores. Aunque en muchos casos se habla indistintamente de valores éticos y valores morales, estos términos no tienen el mismo significado.

Los valores éticos son aquellas pautas de comportamiento que buscan regular la conducta de las personas, tienen un carácter universal y se adquieren durante el desarrollo individual de cada persona.

Por su parte, los valores morales son aquellos transmitidos por la sociedad, de generación en generación que, en algunos casos, pueden estar determinados por una doctrina religiosa. Además, los valores morales se pueden modificar a lo largo del tiempo.

Fortalezas y debilidades

Las fortalezas y debilidades de una persona son el conjunto de virtudes, potencias, capacidades y rasgos positivos, por un lado, así como de sus falencias, defectos, incapacidades y rasgos negativos, por el otro.

-          La honestidad (fortaleza) y la deshonestidad (debilidad). Dado que la confianza es un bien social común a los diversos ámbitos del quehacer humano, las personas propensas a la mentira o la tergiversación suelen ser consideradas negativamente en condiciones ordinarias, ya que ponen en jaque la confianza que puede ser depositada en ellos.

-          La paciencia (fortaleza) y la premura (debilidad). En muchos ámbitos humanos se hará necesaria la espera, la minuciosidad o el empecinamiento, y aquellos que renuncien con facilidad serán tenidos como menos. Esta es una de las enseñanzas más frecuentes de la meditación zen.

 

-          El compromiso (fortaleza) y el egoísmo (debilidad). Estos rasgos son indispensables a la hora del trabajo en equipo o de constituir diversas formas de sociedad, desde un equipo de fútbol hasta una relación amorosa. El compromiso se traduce en la capacidad para anteponer el bien común al individual, mientras que el egoísmo implica todo lo contrario.

 

-          La valentía (fortaleza) y la cobardía (debilidad). Se entiende por valentía no la ausencia de miedos (lo cual apunta más bien a la ingenuidad), sino la capacidad para enfrentarlos y aun así acometer lo deseado. La cobardía, en cambio, supone la imposibilidad de enfrentar situaciones de riesgo o estrés, prefiriendo la huida o la renuncia temprana.

 

-          La responsabilidad (fortaleza) y la irresponsabilidad (debilidad). Una persona responsable es, en líneas generales, la que se hace cargo de las consecuencias de sus acciones y no permite que otros carguen con ellas en su lugar. Una persona irresponsable, en cambio, es capaz de dejar que un inocente sufra castigo con tal de preservar su bienestar.

 

-          La puntualidad (fortaleza) y la impuntualidad (debilidad). La capacidad para valorar el tiempo ajeno es una fortaleza muy valorada en ciertos ámbitos interpersonales o de trabajo. Una persona impuntual puede carecer de herramientas para administrar el propio tiempo, puede ser perezosa o desordenada, mientras que una puntual promete, de entrada, todo lo contrario.

 

-          La organización (fortaleza) y el desorden (debilidad). Sobre todo en los diversos sistemas de trabajo o de construcción colectiva, la capacidad de organización personal e incluso de organización colectiva es una fortaleza preciada, ya que perfila capacidades administrativas sumamente necesarias en un sistema cerrado. El desorden, en cambio, suele ser más creativo pero, a la vez, más incontrolable y bastante menos predecible.

 

-          La proactividad (fortaleza) y la apatía (debilidad). Se trata de la capacidad de emprendimiento de una persona, su gestión autónoma de la energía y las ganas de hacer cosas: algo indispensable para asumir nuevos retos y crecer. La apatía, por el contrario, tiende al adormecimiento y al conservadurismo.

 

-          La confianza (fortaleza) y la duda (debilidad). Normalmente se premia la confianza y la determinación, como actitudes de liderazgo y vanguardia, en detrimento de la duda, ya que ésta puede ser paralizante. No obstante, en algunos ámbitos, como el intelectual, la duda puede ser una gran fortaleza en el camino hacia la excelencia.

 

-          La concentración (fortaleza) y la dispersión (debilidad). En el ámbito productivo, suele premiarse la concentración en tanto rinde frutos más inmediatos que la dispersión, la cual puede resultar útil en condiciones de extrema simultaneidad de procesos, pero usualmente retarda el cumplimiento de las labores al mínimo.

 

-          La humildad (fortaleza) y la soberbia (debilidad). Esta valoración tiene raíces en diversos imaginarios morales e incluso religiosos. La soberbia, en tanto reflejo de fragilidades e inseguridades interiores, es un mecanismo de defensa que ataca primero al otro cuya opinión se teme. La humildad, en cambio, apunta a una forma de la confianza interior.

 

-          El respeto (fortaleza) y el abuso (debilidad). La conciencia de las formas y consideraciones en el trato con los demás no sólo promueve de entrada un tratamiento semejante para con la persona, sino que además establece un lazo de confianza y simpatía que, en cambio, el abuso y sus urgencias destruye.

 LINKS: 

https://drive.google.com/file/d/1u08BuZP0E0fPdB0TpciOc5zPivwitT_j/view?usp=sharing

https://drive.google.com/file/d/1mAvPGqiDBRIkmylEtYAIBqJc0TtlrD6x/view?usp=sharing

VER VIDEO EXPLICATIVO

PARTE 1: https://drive.google.com/file/d/1SLszGWncDPNo_MiD07gVeUlrGH_n7L7O/view

PARTE 2: https://drive.google.com/file/d/1yCTs9b7_7jHBC4aHKGCvEYb8fQlaZIDU/view


 


45 comentarios:

  1. Canché Ramírez José Antonio 3-C matutino

    ResponderBorrar

  SESIÓN 5 BLOQUE 3 TUTORÍAS V Los valores y la toma de decisiones A todos nos pasa en...